Cuando hasta un muro de sótano llega otro muro de sótano perpendicularmente (o con un ángulo menor de 15º respecto a la perpendicular y, además, con una longitud menor de 5 m), la zapata de éste último, por lo que se refiere al cálculo y dimensionado de la zapata del primero, actúa como si de una viga centradora más se tratara.
Así pues, suponga que tiene un muro con un momento de vuelco total M. Hasta su zapata llegan dos muros en los laterales y 3 vigas centradoras. El programa reparte el momento total M entre 5 elementos (3 vigas + 2 muros) para un primer dimensionado, con lo cual resulta para cada viga centradora y muro perpendicular un reparto de M/5. Se dimensiona la zapata del muro y con ese momento se dimensionan las vigas. A continuación, en la segunda iteración se reparte el momento M en función de la rigidez real de cada viga centradora, considerándose la zapata de los muros como una viga de 40 x 100. Se vuelve a dimensionar, etc. Éste es el motivo por el cual en una estructura determinada puede parecer que no actúan las vigas centradoras o que, si no las pone, el resultado de la zapata de los muros es el mismo.